La administración de redes de datos es un concepto amplio, que abarca su administración desde un enfoque integral. Dentro de ella se incluyen políticas y procedimientos que intervienen en su planificación y configuración, así como el control y seguimiento con miras a evitar fallas y fortalecer la seguridad, con el fin de garantizar la calidad de los servicios esperados.
La administración de la red, por tanto, es la suma de actividades encaminadas a mantener una red eficiente y con alta disponibilidad. De ahí la relevancia de llevar a término una buena administración de las redes de datos dado que, en resumen, se trata de un funcionamiento ideal. un gran aliado para el correcto funcionamiento de la compañía.
Cuanto mayor sea el tamaño y la complejidad de la red, más necesario será tener un sistema de administración adaptado a sus necesidades, que incluye todos los aspectos relacionados con el correcto funcionamiento. Solo así será factible prevenir y detectar problemas, incluidos los aspectos de seguridad, lo antes factible, buscando minimizar los errores.
Estándares y protocolos, un aspecto clave
Una buena administración de las redes de datos necesita, fundamentalmente, basarla en un modelo con tareas bien definidas sujetas a estándares y protocolos para ayudar tanto su implementación como su actualización.
En este aspecto, los sistemas de administración de redes de datos cobran relevancia, mientras que la administración suele estar centralizada para monitorear el funcionamiento de la red o redes de la compañía. Hoy en día nos enfrentamos un panorama diverso, dado que la administración de redes actualmente ha evolucionado hacia sistemas heterogéneos.
Si en sus inicios la administración de la red se basaba principalmente en la monitorización del tráfico de la red, la detección de errores y el establecimiento de la calidad de servicio (QoS), hoy contamos con sistemas heterogéneos, lo que ha propiciado la proliferación de diferentes sistemas de administración de redes. .
Una diversidad que va acompañada de protocolos y estándares. Su aplicación, por tanto, busca ese control efectivo de la red para que pueda responder en todo momento. En este contexto, hay diferentes protocolos de administración de redes, algunos de ellos modelos estándar, como SNMP o CMIP.
La necesidad de una buena administración
Cada vez es más difícil realizar una administración adecuada, capaz de dar acceso a los servicios que brindan las redes de datos de manera eficiente, dado que estos además crecen en número y complejidad.
En resumen, se trata de un desafío que aumenta su dificultad a medida que los sistemas de red se vuelven más complejos y, junto con esto, las expectativas operativas se disparan naturalmente. A pesar de esto, por suerte, la administración de la red además ha evolucionado en paralelo, a medida que han aumentado los diferentes servicios.
Como consecuencia, este creciente desarrollo de los servicios ha marcado la necesidad de gestionarlos adecuadamente para que los usuarios puedan satisfacer sus necesidades sin interrupciones. Para esto, se requieren soluciones avanzadas, que monitoreen y automaticen procesos, así como buenas prácticas que ayuden a mejorar las capacidades indispensables en la entrega de servicios.
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