Los 3 pilares de los acuerdos de Basilea II

Contenidos

El Acuerdos de Basilea II / Basilea 2 se centran en tres pilares:

1. Requerimientos cuantitativos: medición de activos, pasivos, provisiones, capital, etc.

Todas las entidades bancarias deben tener una provisión técnica mínima con respecto a su exposición crediticia, dicho de otra forma, deben tener un capital mínimo en efectivo. Por ello, de acuerdo con sus características específicas, cada entidad debe someterse a un procedimiento de estandarización de datos y procesos para ofrecer garantías frente a la exposición al riesgo operacional, crediticio y de mercado.

El cálculo correcto del nivel de riesgo está determinada por variables precisas que dependen de un ecosistema de datos que a menudo se encuentran dispersos y que pueden ser alterados en cualquier momento. La actividad bancaria del día a día puede hacer que esos datos sean duplicados, inconsistentes, inválidos, incompletos o inclusive inexistentes. Para poder hacer el cálculo es necesario tener controlados los datos y los procesos de los que dependen. La información incorrecta o incompleta es difícil para el modelado y análisis de riesgos.

El incumplimiento de estos preceptos implica la aplicación de sanciones y medidas coercitivas así como el aumento de la ratio de caja.

2. Procedimiento de supervisión y revisión cualitativa

El jurisdicción de cada país mantiene un sistema de monitoreo para garantizar que sus bancos cumplan con las reglas y requerimientos relevantes para el uso de alternativas, incluidos los descuentos, límites y restricciones asociados. Este procedimiento incluye requerimientos de información sobre los tipos de datos, sus relaciones / dependencias, la forma y frecuencia en que se debe proporcionar esta información y la forma en que se utilizarán los datos.

Estos países establecen la forma en que se monitoreará la correcta aplicación de las normas y requerimientos relevantes por parte de los bancos. Esto se puede hacer a través de el análisis remoto de la información recopilada, entrevistas prudenciales con los bancos y exámenes in situ, según sea necesario.

Los supervisores disponen herramientas de procedimiento y poderes para examinar el cumplimiento de requerimientos específicos. Entre estos, disponen poderes generales para imponer informes y acceso a sus datos en los bancos. En el caso de que incumplan los requerimientos que les sean de aplicación, podrán instar a la emisión de directivas a los bancos, la limitación de actividades financieras, la imposición de sanciones económicas, la ampliación de capital del Segundo Pilar, etc. . Obtenga más información sobre los Acuerdos de Basilea con el libro electrónico gratuito «Los Acuerdos de Basilea y la gestión de datos».

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3. Transparencia: presentación de informes y publicación

Se establecen recomendaciones sobre la necesidad de que las entidades brinden información clara sobre su perfil de riesgo, así como sobre las actividades y controles utilizados para mitigar los riesgos asumidos. Es una guía sobre la información que los bancos deben publicar para dar mayor transparencia para estructura y adecuación de capital, y el exposición a riesgos de la institución.

Los datos utilizados en estos informes deben ser verdaderos, dicho de otra forma, una vez que la información es pública, los datos deben ser justificables y consistentes.

Lecciones aprendidas de Basilea II

  • Es necesaria una buena gobernanza de los datos. Existe la necesidad de controlar / supervisar cuestiones tales como de dónde proviene cada dato / valor y cuál es su destino final. Evite desviaciones, desajustes, duplicaciones, etc.
  • Tomar decisiones a tiempo significa tener informes lo antes factible. Poder reportar en tiempo real el estado de nuestros activos, operaciones crediticias y la situación de nuestros clientes, nos permitirá identificar incidencias antes de que nos lleven a hacerse cargo expedientes y sanciones.
  • Los reguladores exigen a los bancos que adapten sus procesos rápidamente y no atiendan a la idiosincrasia de sus activos ni a las inversiones hechas. Es por ello que es esencial poder reaccionar lo antes factible sobre cuestiones como la administración eficaz de los datos.
  • La calidad de los datos debe medirse e informarse para justificar nuestros informes.
  • Se debe realizar un seguimiento proactivo de los atributos clave de los productos bancarios, los clientes y los procesos asociados.
  • Las entidades bancarias deben tener la capacidad de reaccionar y administrar eficazmente la exposición al riesgo de sus clientes / socios, con el fin de corregir posibles errores a tiempo.
  • Disponen que adaptar su funcionamiento para poder moverse en todo momento al ritmo del regulador, en función de la evolución de la economía y las especificaciones de cada país.

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