BPM SOA: ¿dónde están los límites?

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El diferencias entre BPM y SOA Son notables y, a pesar de esto, siempre cabe preguntarse dónde están los límites, cuál es el punto donde empieza uno y acaba el otro, cuando se difuminan las barreras y se integran los objetivos de ambos.

Administración de procesos de negocio y arquitectura orientada a servicios, BPM – SOA, van de la mano pero al mismo tiempo describen conceptos muy diferentes. Es cierto que pueden producirse conjunciones, como ocurre con las definiciones de procesos y servicios, aún cuando siempre tendrán su origen en diferentes motivos y su ejecución se realizará invariablemente usando diferentes conjuntos de habilidades.

BPM – SOA: principales diferencias

La próxima tabla muestra algunos de los puntos donde desigualdades más significativas entre BPM y SOA:

SOA

BPM

Es un estilo arquitectónico, cuyo objetivo es el diseño de los sistemas de la compañía tanto en el área de TI como en el área de negocios.

Es una disciplina empresarial que busca soluciones enfocadas a la mejora operativa.

Es un modelo de pensamiento que ayuda a descomponer problemas complejos en componentes bien definidos y reutilizables.

Es una forma de construir soluciones operativas sustentadas en la detección de una necesidad o la anticipación de una posibilidad.

Está dirigido a arquitectos e ingenieros, profesionales que no están equipados para identificar o establecer necesidades empresariales y mucho menos para proponer una estrategia.

Está dirigido a analistas de procesos y negocios que no están familiarizados con los complejos entresijos de la ingeniería de sistemas.

Su punto de partida es el conjunto de servicios disponibles para apoyar la automatización deseada, donde se recogen las necesidades del negocio, entendidas siempre desde el punto de vista del conocimiento y no desde el puramente tecnológico. De esta forma se puede garantizar la construcción de una arquitectura mediada uniforme que logre conectar de manera efectiva a los principales stakeholders tanto dentro como fuera de la compañía.
La noción de mediación entre consumidor y proveedor es fundamental para SOA y, por tanto, la aplicación de los servicios empresariales debe prestar atención a las personas, pero fundamentalmente debe incluir procesos de conexión (como consumidores de capacidades de automatización) y servicios (como proveedores de capacidades de automatización).

Su objetivo es poder producir una declaración del nivel deseado de automatización que ayudará al desarrollo de la arquitectura.

Un buen diseño de procesos de negocio debe partir de unas condiciones mínimas de integridad, única forma de garantizar su optimización desde una perspectiva operativa. Encuentre la conexión entre la automatización requerida y las capacidades de TI relevantes que las respaldan.

El área gris BPM – SOA

Entiende donde termina BPM y SOA comienza es fundamental. Los procesos y servicios, pese a depender unos de otros, no disponen ciclos de vida equivalentes pero son necesarios para lograr los objetivos de negocio. El equilibrio adecuado entre BPM y SOA se basa en la negociación entre lo que se desea, desde una perspectiva de solución aplicada solo a los procesos, y lo que es viable, desde el punto de vista del portafolio de servicios empresariales. La coherencia es la clave del éxito, pese a que, en la práctica, muchas soluciones de mercado difuminan las fronteras entre BPM y SOA.

El riesgo de no saber diferenciar unos de otros es evidente en los resultados, dado que, al fin y al cabo, las acciones en las que se centran las llevan a cabo distintas personas con distintas capacidades y usando herramientas que nada disponen que ver con cada caso. . (procesos e integración). La lógica y el sentido común se imponen y exigen la definición de límites entre BPM y SOA, única forma de garantizar la optimización del esfuerzo y la consecución de los objetivos empresariales.

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