El hecho de que cada vez más compañías se decidan por la computación en la nube como una herramienta de administración de procesos y almacenamiento masivo no es nada nuevo. Y, dado que cada compañía tiene sus propias necesidades, la nube híbrida se ha convertido en una de las alternativas más solicitadas del mercado actual.
Este entorno de nube utiliza un combinación de nube privada en las instalaciones de la compañía junto con la nube pública de un proveedor externo. Al permitir que las cargas de trabajo se muevan entre los dos en función de las necesidades y los costos actuales, la nube híbrida ofrece una gran flexibilidad y más opciones de implementación de datos.
¿Qué es una nube híbrida?
El Diccionario de la lengua española incluye la próxima definición de nube en su octavo significado:
Espacio de almacenamiento y procesamiento de datos y archivos ubicado en Internet, al que el usuario puede tener acceso desde cualquier dispositivo.
Teniendo esto en cuenta, y sabiendo que algo híbrido es producto de ítems de distinto naturaleza, se podría decir que una nube híbrida es un entorno informático que combina una nube pública y una nube privada, y posibilita compartir datos y aplicaciones con mutuamente.
Si la demanda de recursos informáticos y de procesamiento varía, la computación en la nube híbrida posibilita a las compañías escalar sin problemas su infraestructura local en la nube pública para administrar cualquier flujo de trabajo, sin que los centros de datos de terceros accedan a los datos.
Las compañías se benefician de la flexibilidad y el poder de cómputo de la nube pública para tareas informáticas básicas y menos sensibles, mientras mantienen los datos y las aplicaciones críticas para la organización en las instalaciones, seguros detrás de un firewall propio.
El uso de una nube híbrida además elimina la necesidad de realizar importantes gastos de capital para soportar picos de demanda a corto plazo, o cuando necesita liberar recursos locales para aplicaciones o datos más confidenciales.
Las compañías solo disponen que pagar por los recursos que usan temporalmente en lugar de tener que comprar, programar y mantener recursos y equipos adicionales que podrían estar inactivos por mucho tiempo.
La computación en la nube híbrida es «el mejor de todos los mundos posibles» y ofrece todos los beneficios de la computación en la nube (flexibilidad, escalabilidad y rentabilidad) con el menor riesgo factible para los datos.
5 características principales de una nube híbrida
Para comprender mejor cómo funciona una nube híbrida, necesita conocer características principales de este entorno de computación en la nube.
1. Seguridad
Con este tipo de nube, puede seleccionar en qué nube se almacena la carga de trabajo crítica y dónde se almacena la menos importante. Esta posibilita un mayor control de los datos disponen que estar protegidos. Una nube híbrida bien diseñada, integrada y administrada es totalmente segura.
2. Escalabilidad
Con una nube híbrida se puede escalar más fácilmente horizontalmente (poner a escala) o vertical (incrementar proporcionalmente) según las necesidades de la compañía. Existen aplicaciones nativas de la nube que posibilitan más cargas de trabajo por medio de la virtualización.
3. API
Una API (interfaz de programación de aplicaciones) posibilita Puntos de contacto necesarios entre la nube pública y privada. Está compuesto por software destinado a administrar y controlar la ejecución de aplicaciones, la integración multiplataforma, la implementación de recursos y la migración de cargas de trabajo.
4. Interoperabilidad
Si una compañía utiliza una nube pública y una privada, pero no disponen ningún tipo de contacto, es ilógico considerarla como una nube híbrida. Y es que la base de todo cloud híbrido se resume en una definición: interoperabilidad. Debe tener puntos de contacto entre los dos, como software compartido y poder cargar o migrar entre los dos.
5. Personalización
Una nube híbrida le posibilita usar una determinada estrategia según las necesidades de la organización, dado que aumenta la elección seleccionando los datos y cargas de trabajo que se encuentran en cada nube, así como creando restricciones de acceso a los usuarios de la misma.
3 ventajas de una nube híbrida
Desde luego, una nube híbrida implica ciertos beneficios como el seguiente.
1. Rentabilidad
Este tipo de nube posibilita gran ahorro de costes, ya sea en infraestructuras o en aplicaciones. Y no es necesario ampliar los servidores internos, dado que la nube pública cuenta con una mayor capacidad de almacenamiento. De esta manera, los recursos financieros se pueden adjudicar a otras tareas.
2. Fácil de administrar y administrar
La migración entre la nube pública y privada es bastante sencilla de ejecutar y, lo más importante, se puede hacer en cualquier momento.
3. Impulsar la innovación
Combine las capacidades comerciales tradicionales existentes con las últimas estrategias Está a la orden del día. El teletrabajo ha hecho que las compañías abran los ojos a esta realidad, por lo que los servicios virtuales tanto para trabajadores como para clientes están más que nunca al alza.
Nube híbrida, la mejor forma de trabajar
El modelo híbrido es muy eficaz para alinear las prioridades de TI con las necesidades comerciales, aprovechando la mayor flexibilidad de las nubes híbridas frente a las públicas y privadas. A pesar de esto, el nivel de flexibilidad variará según los objetivos establecidos y si las necesidades pueden cambiar en el futuro.
Instituciones que buscan proteger mejor los datos sin renunciar el poder de una nube pública como Microsoft Azure pueden beneficiarse al trasladar información confidencial a una privada e interactuar con recursos públicos.
En última instancia, una nube híbrida tiene un gran valor para las compañías con cargas de trabajo dinámicas, grandes cantidades de datos para procesar o una combinación de servicios de TI. Seguridad, escalabilidad, personalización y rentabilidad son sus puntos fuertes.